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Al orar, debe hacerse de una manera en la que reconozcas dentro de tí mismo, en tu realidad, que un nuevo día trae consigo la oportunidad para expresar la creación. Por ejemplo, puede decir:
“Estoy agradecido por haberme dado a mi mismo la oportunidad para expresar la creación en la mejor manera posible y poder entrever una mejor comprensión de la creación, la humanidad, y todo cuanto es y existe, con la intención de brindar paz, y dentro de mi fé adquirida, una razón para tener éxito encontrando el regreso a la unidad con el Ser.
Mientras tanto, daré todo cuanto tengo en mí: Todos mis talentos, conocimiento, comprensión, y toda mi fuerza para ayudar a los demás, que son parte de mí, a aprender, adoptar, reconocer y poder ver a través el velo de esta realidad, let verdadero conocimiento de lo que es regresar a nuestro Ser, cual es el objetivo final de todo ser humano en la Tierra.
Así podré traer paz a mí mismo y a otros, para que puedan unirse a mí en un entendimiento común y detener la idea delirante de la individualidad que trae consigo el ser.
Ese será mi razón de ser, perdonándome a mí y a los demás de cualquier acto indebido, error, o vicisitud que haya ocurrido en nuestro camino.”
Ese debe ser el fundamento de la oración, pero primero, al despertar, agrede a tu presente por darse a si mismo la oportunidad de haber aprendido de las experiencias de tu ser (alma) mientras el cuerpo estuvo durmiente.
En segundo lugar, agradécete por la oportunidad de un nuevo día para poder expresar lo que estarás por aprender.
En tercer lugar, procura sabiduría para ayudar a los demás a alcanzar esa comprensión.
Ahora bien; al dormir, reflexiona sobre lo que ha transcurrido durante el día e internaliza las siguientes palabras:
“Me doy las gracias por brindarme la oportunidad de seguir mi avance espiritual. Mientras mi cuerpo descansa, me abriré ante mi ser (alma) para continuar mi crecimiento espiritual.”
Fin del Transcrito 120709084140
Anotaciones:
— “Fé adquirida” implica fe por adoctrinamiento o fe autoadquirida. También implica que no hay una fé mejor que otra mientras se esté en armonía con tu ser.
—El “ser” es el término correcto descrito en este Transcrito para identificarse a uno mismo en todos los niveles de expresión según la relación con uno mismo y su ser, también conocido como ‘alma’, cuando el alma es una palabra comúnmente utilizada para implicar nuestra alta o superior conciencia, sin ser esta una separada de uno, sino uno del mismo. Cabe recalcar que ‘ser’ y ‘alma’ son palabras intercambiables mientras el ser comprenda que el alma ha sido una palabra utilizada para ayudarle a identificarse con esa parte de su ser.
—Tu ‘presente’ es tu ser en estado existente presente dirigido por voluntad propia (libre albedrío) o deber.