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1 La gente sigue afirmando que existe el reino de Dios, idealizando que hay un lugar donde se puede estar en forma física o en conciencia, sin darse cuenta de que ese pensar no se alinea con la verdadera naturaleza de nuestra existencia.
2 Se dice que el reino de Dios está dentro de nosotros. Una vez que te das cuenta de eso, dejarás de buscar afuera y comenzarás a mirar hacia adentro.
3 Es fácil para nosotros mirar hacia el cielo y ver el infinito vacío cósmico, la materia oscura rodeada de planetas, estrellas, sol y galaxias, idealizando que nuestro Padre celestial estará en algún lugar allá afuera.
4 Permíteme darte no una analogía, sino una afirmación factual: Así como la Tierra es redonda, si vivieras en el Polo Norte, al mirar hacia el cielo, estarías mirando en la dirección opuesta a la que miraría alguien que vive en el Polo Sur.
5 Del mismo modo, si te encuentras en el hemisferio occidental, estarías mirando hacia el cielo en la dirección opuesta a alguien que está mirando hacia el cielo desde el hemisferio oriental.
6 Si todos miraran al cielo y rezaran a ese alguien en las alturas, notarías cómo cada persona miraría hacia puntos diferentes desde la Tierra.
7 Como la Tierra es esférica y su fuerza gravitacional nos da la impresión de que todos estamos de pie, en realidad, quien está en el ecuador está de pie de forma horizontal, quien está en el Polo Norte estaría de pie hacia arriba, y quien está en el Polo Sur estaría mirando de cabeza hacia abajo.
8 Entonces, ¿Dónde mirar si no es hacia adentro?
Fin del Transcrito 120801143546